Reflexiones de una Sesión de Transformación

Recomendación del Coach:

En esta sesión, por razones de privacidad y confidencialidad, hemos suprimido los datos del cliente, pero con su consentimiento, compartimos esta experiencia para que sirva de inspiración y guía a quienes se encuentran en un camino similar.

Este cliente, al igual que muchos de nosotros, llegó con una mente saturada, atrapado en una sensación de bloqueo y miedo. A través de una serie de preguntas poderosas, fuimos capaces de explorar juntos el delicado equilibrio entre aceptación y resignación. El cliente descubrió que, a menudo, nos resignamos a nuestra situación, creyendo que no hay salida. Sin embargo, la verdadera clave está en la aceptación consciente, en reconocer nuestros miedos y limitaciones sin que nos paralicen, y usar esa energía para dar el siguiente paso.

Este proceso es un recordatorio de que, aunque el miedo y la duda siempre estarán presentes, no son barreras infranqueables. Al compartir esta sesión, el cliente desea que otras personas puedan liberarse de esa sensación de estar atrapados, y comenzar a ver las oportunidades que, a menudo, se esconden detrás del ruido mental.

Que esta experiencia sirva de guía y ejemplo para aquellos que buscan avanzar, a pesar de las dificultades. Porque, al final, lo importante es dar ese primer paso, aún con el miedo a cuestas.

Sesión de Coaching

Aceptación o Resignación

(El cliente entra y se sienta frente al coach, su postura es tensa, los brazos cruzados, mirada al suelo.)

Coach Veo que tienes mucho en la mente. Cuéntame, ¿qué está sucediendo?

Cliente (suspiros, sin levantar la mirada): Es que… no sé ni por dónde empezar. Siento que todo lo que hago no funciona. Es como si estuviera atrapado en este ciclo del que no puedo salir. He intentado, de verdad, pero nada parece cambiar.

Coach (asintiendo lentamente): Entiendo. Esa sensación de estar atrapado, de intentar, pero no ver resultados, suena agotador.

¿Qué crees que te está frenando en este momento?

Cliente: No lo sé, es como si algo dentro de mí me dijera que no importa lo que haga, todo va a salir mal de todas formas. Tal vez estoy condenado a que las cosas no funcionen.

Coach: Hmmm, escucho que sientes una especie de bloqueo, como si algo te estuviera deteniendo. [Pausa breve]

¿Te has detenido a pensar qué es esa voz interna que te dice que todo va a salir mal?

Cliente (mira hacia arriba por un momento, como reflexionando): Es… miedo. Miedo a seguir fallando. Cada vez que intento algo nuevo, si no funciona, me siento peor, como si estuviera fallando no solo a mí, sino a todos a mi alrededor.

Coach (mirándolo directamente a los ojos, en un tono suave): Ese miedo del que hablas, ¿Qué crees que te está protegiendo de?

Cliente: Quizás me está protegiendo de más dolor. Si no lo intento con todo, tal vez no me duela tanto si fallo. Pero a la vez, no intentarlo me está frenando… Me siento como en una jaula.

Coach (reforzando la reflexión): Entonces, por un lado, el miedo te protege del dolor de fallar, pero al mismo tiempo, ¿te impide avanzar?

Cliente (suspira profundamente): Sí… parece que es así. Pero ¿cómo salgo de esto? Siento que no puedo soltar ese miedo.

Coach: Vamos a explorar algo juntos. Este miedo que tienes, ¿crees que es algo que puedes aceptar como parte de ti, o es algo de lo que te estás resignando?

Cliente (confundido por un momento): ¿Cómo? No entiendo bien la diferencia.

Coach (mirando de forma amable): La aceptación es cuando reconoces lo que sientes o lo que sucede sin luchar contra ello. En cambio, la resignación es cuando te dices: “Así son las cosas y no puedo hacer nada al respecto.”

¿Crees que estás aceptando tu miedo o te estás resignando a él?

Cliente (pensando profundamente): Creo que… me estoy resignando. Me he dicho tantas veces que esto es lo que hay, que no puedo cambiarlo.

Coach: Interesante. Si estás resignado, es como si hubieras dejado de buscar posibilidades, ¿verdad?

Cliente: Exacto. Me he dado por vencido. Pero ahora que lo pienso, no quiero seguir así.

Coach (sonriendo levemente): Me alegra escucharlo. Entonces, si no te resignas, ¿qué podrías aceptar de esta situación que te ayude a avanzar?

Cliente (mirando al techo, pensando profundamente): Supongo que podría aceptar que el miedo siempre va a estar ahí, pero no tiene por qué controlar cada decisión. Tal vez pueda avanzar a pesar de él.

Coach: Eso suena poderoso. Aceptar el miedo como parte de tu experiencia, pero no dejar que te paralice.

¿Cómo te hace sentir esa idea?

Cliente (sonríe un poco, por primera vez): Es liberador, de alguna manera. Me he estado resistiendo tanto, que tal vez aceptar el miedo me dé la energía para seguir adelante.

Coach (asintiendo): Exacto. La aceptación no es rendirse, es tomar lo que hay y decidir cómo actuar desde ahí. ¿Qué sería diferente en tu vida si comenzaras a aceptar lo que no puedes cambiar y te concentraras en lo que sí puedes?

Cliente: Probablemente dejaría de tener tantas excusas. Me doy cuenta de que, aunque el miedo esté ahí, aún puedo hacer algo. No tengo que resignarme a no hacer nada.

Coach (con una pausa reflexiva): Ahora que lo mencionas, ¿qué sería ese “algo” que podrías empezar a hacer hoy mismo?

Cliente (respirando profundamente): Podría tomar una acción pequeña… como buscar una oportunidad que siempre he evitado por miedo a fallar. Aunque no sea perfecta, al menos estaré haciendo algo.

Coach: Suena como un primer paso valiente. Aceptar el miedo, pero aun así actuar. Eso es lo que te saca de la resignación y te lleva a nuevas posibilidades. [Pausa breve] Y dime, ¿qué pasaría si ese paso no resultara como esperas?

Cliente: Quizás me sentiría mal… pero ahora sé que puedo seguir adelante. No tengo que quedarme atrapado. Puedo aceptar el resultado, aprender y seguir buscando.

Coach (con una sonrisa de orgullo): Exactamente. No se trata de eliminar el miedo o de controlar el futuro, sino de aceptar lo que sientes, y aun así moverte hacia adelante. Eso es lo que te libera. [Pausa] ¿Cómo te sientes ahora?

Cliente: Más liviano. Creo que puedo hacerlo, aunque el miedo esté ahí. Siento que tengo más control sobre lo que hago, incluso si no tengo control sobre los resultados.

Coach: Me alegra escucharlo. Hoy descubriste que puedes aceptar el miedo sin resignarte a él. Esa es una lección poderosa. Y recuerda, cada paso cuenta, por pequeño que sea. ¿Qué primer paso vas a tomar después de esta sesión?

Cliente: Creo que voy a buscar esa oportunidad que he evitado. Y lo haré, sin importar el miedo.

Coach (mirando con aprobación): Perfecto. Estoy aquí para acompañarte en este proceso. Y siempre puedes preguntarte: “¿Estoy aceptando o resignándome?” Esa pregunta te ayudará a volver al camino cuando lo necesites.

Palabras finales:

Al final del día, todos enfrentamos obstáculos. Pero el poder de la aceptación está en reconocer lo que no podemos controlar, mientras elegimos actuar en lo que sí podemos. Como coach, mi rol es ser un espejo para que mis clientes puedan ver su verdadero potencial y superar sus bloqueos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *