¿A quién estás defendiendo realmente?

A lo largo de nuestra vida, hemos aprendido a vestir diferentes personajes. Personajes que se amoldan a las expectativas, a los juicios, a las relaciones que forjamos en cada etapa. A veces somos el “trabajador incansable”, otras veces el “amigo confiable” o el “compañero perfecto”. Pero

Este cliente, al igual que muchos de nosotros, llegó con una mente saturada, atrapado en una sensación de bloqueo y miedo. A través de una serie de preguntas poderosas, fuimos capaces de explorar juntos el delicado equilibrio entre aceptación y resignación. El cliente descubrió que, a menudo, nos resignamos a nuestra situación, creyendo que no hay salida.