¡Tu carrito está actualmente vacío!

Una Carta para ti
Hola, te escribo desde la distancia
Espero te acuerde de mí…
Deseo te encuentres bien.
Te escribo porque sé, en lo profundo, que nuestras almas están conectadas por hilos invisibles, hechos de luz, amor y esperanza. Hilos irrompibles que nos recuerdan que lo que afecta a uno de nosotros, nos afecta a todos. Somos una gran red de luz.
Perdona mi atrevimiento al escribirte.
A veces entrar en un lugar oscuro que algunos llaman “La noche más oscura del alma”, entrar en ese abismo de incertidumbre y vacío existencial que te deja suspendido en la nada, sin dirección, sin propósito y sin una cuerda a la que aferrarte y totalmente solo, es una experiencia que marca profundamente el alma. En ese limbo llamado abismo, todo parece detenerse, y el peso de la existencia se vuelve insoportable.
En esos momentos, las preguntas surgen como ecos interminables:
“¿Por qué debo pasar por esto?”
Y aunque no hay respuestas fáciles, déjame decirte algo que he aprendido observando la vida, la naturaleza, el universo y que está científicamente comprobado: “La luz más brillante siempre nace de la oscuridad más profunda”
Quizás lo que estás viviendo en estos momentos no logres entenderlo, ni descifrarlo, pero te invito a que lo tomes como una oportunidad. Tal vez puede parecerte locas mis palabras, pero estoy aquí para recordarte que: Una crisis es el comienzo del nacimiento de una luz en ti que nunca había existido, lo digo con plena certeza. De allí parte que entremos en un ciclo que nos lleva a cuestionarnos todo lo que hacemos, todo lo que vivimos.
Esa luz que nos trae la crisis es única e irrepetible, y no solo te pertenece a ti. Por esos hilos que nos conectan, cuando tú logres emerger de la crisis, esa luz que traerás contigo irradiará hacia todos los que estamos unidos a ti. Así que aquí estoy, desde esta distancia, desde esta tribuna, mirándote con toda la fe y esperanza posibles, apostando por ti. Porque este mundo no sería el mismo sin ti. Porque tu luz, por pequeña que parezca ahora, es indispensable para existencia del mundo y las estrellas y no exagero, solo reconozco tu valor.
Es tiempo de despertar.
Es tiempo de retomar tu lugar en este vasto universo.
Soy, una voz que cree en ti.
Sigue leyendo…
A veces, perderse es la única manera de encontrarse. No temas al vacío allí nacen las respuestas.
Hay días en los que parece que todo lo que haces está bien… hasta que cae la noche. Entonces, un silencio incómodo llena el aire, y esa pequeña incomodidad comienza a crecer. Al principio no lo notas, o tal vez prefieres ignorarlo. Encuentras formas de distraerte: compras algo, sales de casa, abres otra pestaña en tu celular. Pero cuando el ruido se apaga y estás a solas contigo, el vacío regresa.
Sé que no es fácil admitirlo. Tal vez llevas tanto tiempo construyendo una versión de ti que parece fuerte, resiliente, imparable. Pero debajo de todo eso, algo se rompió hace tiempo, y nadie —ni siquiera tú— ha sabido cómo repararlo.
¿Te pasa a veces que quieres gritar y ni siquiera sabes qué?
Es un abismo que no queremos ver
Ese cansancio, esa sensación de que nada es suficiente, puede ser abrumador. ¿Por qué tendría que ser tan difícil? Intentaste de todo, buscaste ayuda, y las palabras de otros no hicieron eco en tu corazón. En lugar de sanar, sentiste que te juzgaban. Así que te quedaste allí, en un lugar conocido, aunque doloroso.
Déjame decirte algo, sin juicio: estás luchando como puedes, y eso está bien.
¿Qué te trajo aquí?
No quiero que respondas rápido. Solo detente por un momento. Cierra los ojos. Respira. Y ahora pregúntate:
- ¿Qué es lo que realmente deseo y no me atrevo a decir en voz alta?
- ¿Qué vacío estoy intentando llenar, sin éxito?
- ¿Es este abismo el castigo que creo que merezco o el refugio en el que he aprendido a esconderme?
Sé que estas preguntas no tienen respuestas fáciles. Tal vez, al principio, solo sientas más dudas. Pero las preguntas importantes no buscan certezas inmediatas; buscan abrir puertas donde hoy hay paredes.
El otro lado del abismo
¿Sabías que un abismo puede ser un puente? De un lado, está todo lo que hoy conoces: el caos, el agotamiento, los intentos por controlar lo incontrolable. Pero del otro lado… está la posibilidad de algo nuevo. Algo que aún no puedes ver pero que existe, esperándote.
No te diré que será fácil. Cruzar significa soltar. Soltar las ideas que te sostuvieron pero que hoy te pesan. Soltar el miedo a mirar ese vacío que tanto evitaste.
El primer paso
No necesitas resolver todo hoy. Solo da un paso, por pequeño que sea. Quizá sea mirar a tu pareja, esa persona que ha estado contigo en silencio, sin saber cómo ayudarte. Tal vez sea escribir lo que sientes, sin filtros ni expectativas. O tal vez sea permitirte, por primera vez, no saber qué sigue… y estar bien con eso.
A veces, el mayor acto de valentía no es luchar, sino rendirse a lo que eres hoy, con todos tus pedazos rotos, y confiar en que eso es suficiente para empezar.
Tú eres la respuesta
No importa cuántas cosas hayas buscado afuera, porque lo que necesitas no está allí. Está dentro de ti. Es esa parte que sigue aquí, luchando, aunque no sepa cómo.
Perderse es doloroso, pero también es hermoso, porque te da la oportunidad de encontrarte.
Así que cuando estés lista-listo, te invito a mirar el vacío de frente y decirle: “Ya no te temo. Soy más fuerte que mi miedo. Y estoy listo para cruzarte.”
La salida está al alcance de tu mano. Y cuando lo decidas, darás el primer paso hacia ti mismo.
Así que te repito…
Despierta y retoma tu lugar, en este vasto universo,
Con cariño para ti.
Mario Hinestroza
¡Que tengas un año más dulce que la miel!